Un vermut con tapas argentinas

Tuvimos el placer de conquistar paladares exigentes. ¡Esta vez, AGRADECEREMOS Gastronomistas!

Ya desde nuestro inicios os estamos hablando de la zona de moda en Barcelona, la de Paral·lel-Sant Antoni, perfecta para tomar un vermut hipster. Y lo que tienen las zonas de moda es que atraen gente y la gente atrae nuevos negocios y el pez que se muerde la cola. Nuestro último descubrimiento se ubica allí mismo y, se llama ochobcn. Este pequeño y coqueto local de apenas nueve mesas ofrece una carta breve y casera, hecha con cariño y con una especialidad que es lo que le hace peculiar: las tapas argentinas.

Su dueño, Fabián Ríos, decidió abrir ochobcn junto a su pareja, la brasileña Fabiana Benaderet. Aquí confluyen varios factores: lo suyo es la cocina argentina pero se establece en un distrito dedicado al tapeo y, gracias a su mujer piensa en que la costumbre de vender carne al peso en Brasil bien podría funcionar aquí. Dicho y hecho. Tras diversos entrantes, llega en la carta la gran especialidad de este local: la carne al peso, en versión tapa (100 gramos) o en el tamaño que quieras. Buena idea.

La especialidad aquí son las carnes; entraña fileteada, con sal Maldon y con un rico chimichurri, a 5,50 € los 100 gr.), el bife de vacío (6,00 €/100 gr.), el lomo bajo argentino (7,50 €/100 gr.), la entraña Black Angus procedente de Nebraska (6,50 €/100 gr.), el secreto ibérico extra Guijuelo (7,00€/100 gr.) y otra de sus recomendaciones: el pulpo a la parrilla previa cocción a baja temperatura.

Aun siendo la parte estrella de la carta, tampoco hay que desdeñar otros apartados. Desde su vermut, a las conservas de primera calidad llegadas de Italia o los bombones de patatas con mojo picón traídas de su etapa en Canarias. Nos quedamos con las ganas de probar sus empanadas, elaboradas con carne cortada a cuchillo (no picada) y hechas al momento (si se congelan el hojaldre pierde cuerpo). Lo que sí degustamos y recomendamos es la mousse de chocolate, particular por no ser muy dulce. La explicación: en lugar de azúcar lleva cointreau.

Un último apunte que interesará a todos los argentinos afincados en la Ciudad Condal: el 29 de cada mes cumplen la tradición de allá de comer los gnocchis de la suerte. Por lo visto hay que colocar un billete bajo el plato de tu acompañante para que la fortuna ya sea del todo plena. Y mi pregunta es: ¿funciona aunque no seas argentino? Ché, habrá que probarlo por si acaso.

Lo mejor: la opción de pedir carne a peso, desde los 100 gramos por si quieres una tapa o, simplemente, moderar la ración.